JUVENTUD, RESPONSABILIDAD DE INSTITUCIONES, FAMILIA Y SOCIEDAD EN GENERAL: DIRECTOR GENERAL DE COBAED

Desde su apertura en Durango en 1987, el Subsistema Colegio de Bachilleres ha priorizado la calidad en la educación que imparte, no sólo en las asignaturas del componente básico, sino en todas las actividades que se desarrollan a nivel institucional y que se consideran parte fundamental de la preparación para los estudiantes.

“Los jóvenes bachilleres en los 33 planteles que conforman al COBAED, son vistos como personas en formación que requieren de atención en todos los ámbitos; por ello al ingresar al subsistema, todas las actividades en las que participan, van encaminadas para que fortalezcan alguna área de su vida. Se atiende la parte académica, así como el desarrollo artístico, deportivo, todo enmarcado en un esquema de valores”, dijo el director general del COBAED, Bonifacio Herrera Rivera.

Se refirió además al tema de que en este tiempo en el que a los actuales jóvenes les toca vivir, los estudiantes se enfrentan a una era de acceso inmediato a la información, lo cual los sitúa en una ventaja abismal respecto a otras generaciones. Sin embargo puntualizó, que esa misma inmediatez los ha hecho vivir en un mundo en lo que todo es efímero y tienen el reto de permanecer en la práctica de buenos hábitos que les ayuden a crecer como personas.

Abordando el tema de los retos a nivel institucional reflexionó en que es una realidad que los jóvenes bachilleres llegan a las aulas de los planteles con conocimientos que requieren afianzamiento y práctica, pues dijo que al ingresar al subsistema, los diferentes orígenes de estudio de los estudiantes no permiten tener un universo homogéneo que marquen la pauta de un nivel de rendimiento específico, sino que hay marcadas diferencias, creando ahí un área de oportunidad para los docentes.

“Es ahí, cuando surge el Programa de Tutorías, mismo que consiste en brindar un acompañamiento a los estudiantes para que tengan el apoyo en las materias que tradicionalmente requieren de más atención y práctica, como son las ciencias exactas. De esta manera, podemos apoyar a los jóvenes, de manera que cerquemos los diferentes flancos para atacar problemáticas como son el rezago o el abandono escolar”, puntualizó Herrera Rivera.
Explicó a grandes rasgos, que el Programa de Tutorías es una plataforma de registro y seguimiento mediante la cual se canaliza a los estudiantes que reprueban materias para tener acceso a asesorías con la intención de reforzar los conocimientos para su regularización, fortaleciendo así su formación.

“A través de este programa, docentes del subsistema brindan este apoyo, considerando que hay semestres que son de mayor riesgo para que se presente la reprobación, siendo éstos los primeros dos semestres; espacio de tiempo durante el cual se intensifica la supervisión de parte de las coordinaciones académicas para detectar a tiempo el índice de reprobación”, mencionó Herrera Rivera.
Dijo además que la plataforma registra minuciosamente el seguimiento de cada uno de los alumnos, de manera que se le otorgan las redes de contención y apoyo para que los estudiantes logren una regularización plena.
“Dado que el conocimiento que tenemos del espectro que abarca la etapa de la adolescencia y la juventud es cada vez más amplio y considerando desde los factores biológicos, hasta los emocionales y socioeconómicos, podemos decir que el rezago educativo no se puede reducir a que el rendimiento de los estudiantes se limita al conocimiento mostrado en el aula o a la calificación de un examen; se trata de un cúmulo de factores que determinan que un estudiantes tenga un buen rendimiento escolar y así abonar a un desarrollo integral como personas”, puntualizó el titular del subsistema.
Mencionó que para combatir el rezago educativo es necesario que la sociedad, desde el ámbito de influencia en el que le toque participar, proteja y apoye a la juventud; desde el gobierno a través de las instituciones, las familias, los medios de comunicación, etc, así como trabajar en una concientización firme que haga reflexionar a los jóvenes a que deben buscar mecanismos que los blinden y que reduzcan la incidencia de casos de drogadicción, sedentarismo, depresión, rezago y abandono escolar, entre otros.