El narco y la narrativa

Solo

No se desgasten poniéndose a la defensiva y culpando al pasado. No vale la pena. En el caso de Carlos Manso, pues ni modo, el narco les ganó

LIC. PAULINA SILVA,

DIRECTORA DE COMUNICACIÓN SOCIAL,

PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:

Narrativa: habilidad para contar algo.

Diccionario de la Real Academia

                  Confieso que cada vez me resulta más complicado entender la narrativa que sostienen desde Palacio Nacional y la brecha de ésta con respecto a las acciones.

Leí con atención la transcripción de la mañanera de ayer y, como era de esperar, el tema dominante fue el asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, Michoacán. También leí las reseñas hechas sobre la conferencia de prensa del domingo a cargo de los secretarios de la Defensa y de Seguridad y Protección Ciudadana, general Ricardo Trevilla y Omar García Harfuch, respectivamente.

El eje de lo expresado en ambos eventos fue que a Manzo no lo habían dejado solo, pues contaba con 14 guardias nacionales como seguridad perimetral, y que los delincuentes aprovecharon la vulnerabilidad en la que se encontraba el alcalde durante la festividad. Perdóneme la franqueza, eso sonó a justificación, como si quisieran quitarse de encima cualquier la responsabilidad. Un error comunicacional grave.

Enfocarse en ese eje contribuyó en gran medida a conformar la idea de que sí dejaron a su suerte al alcalde y fue tierra fértil para que desde las redes -orgánicas o pagadas- se trajeran a cuento varias de las declaraciones de Manzo pidiendo ayuda a la Federación.

Otro mensaje del hoy fallecido que circula ampliamente en redes es el del 8 de octubre, en el cual se queja de no conocer las causas del retiro de Uruapan de 200 elementos de la Guardia Nacional, sobre todo porque durante su estancia en la localidad “las fuerzas federales estuvieron trabajando muy bien y en coordinación con las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno y logrando resultados”. Ya se imaginará, doña Paulina, lo que tal mensaje prendió la conversación digital.

Pues bien, en la mañanera de ayer fue ya casi hasta el final que el general Trevilla mencionó los dos operativos realizados en la zona purépecha, pero no informó sobre los resultados. De los guardia explicó que fueron relevados y reemplazados. Como a los analistas de Palacio Nacional se le pasó sugerir respetuosamente a general secretario que por ahí debía de iniciar su participación; es más, es un dato que bien podría haber informado la propia presidenta para desmentir a la prensa “carroñera”, en vez de solo descalificarla.

Por lo que hace al rollo de la “guerra de Calderón”, permítame decirle que ese pretexto está totalmente desgastado. La 4T lleva siete años en el poder; no pueden seguir culpando al gobierno panista. Es momento de que se hagan cargo de que ostentan el poder.

Y luego veo una cierta contradicción. La presidenta Sheinbaum expresó ayer que “Hay quien pide —como ocurrió con la guerra contra el narco— la militarización y la guerra. Eso no funcionó; es más, fue lo que llevó a la situación de violencia en Michoacán”. Pero veamos por partes esta frase.

La violencia ya existente en Michoacán fue la que llevó al entonces gobernador, Lázaro Cárdenas Batel, solicitar al presidente Calderón que interviniera en la entidad y no al revés. Si estoy equivocado, pues dígale a Cárdenas que aquí hay derecho de réplica. Luego dice nuestra mandataria que hay quien pide la militarización y la guerra; con todos los cambios constitucionales y orgánicos, las fuerzas de seguridad están totalmente militarizadas. ¿O cómo es que se compone la Guardia Nacional? ¿De quién depende la GN?

Y en cuanto a la guerra contra el narco, no he visto ni en medios ni en redes que alguien esté pidiendo una guerra, lo que se pide de buena y mala manera es mayor eficacia en el combate al crimen organizado. Es impactante que una persona cuente con 14 guardias y aun así sea asesinado; si él no está a salvo, qué podemos esperar el común de los mortales.

Ahora bien, hay de guerras a guerras. Tal y como se ve la actual estrategia de seguridad hace pensar en una confrontación decidida al crimen organizado y es de celebrar. Las 30 mil detenciones hablan por sí solas.

La diferencia puede estribar en dos cualidades del actual Gabinete de Seguridad: los trabajos de inteligencia y la coordinación entre las dependencias. Lamentablemente, la gestión claudista debe lidiar con seis años de inacción (“abrazos, no balazos”) y la dificultad que tiene para reconocerlo. También está el tema de que no siempre las labores de inteligencia son perfectas, tampoco los análisis de riesgos, como fue el caso de Carlos Manso.

No se desgasten poniéndose a la defensiva y culpando al pasado. No vale la pena. En el caso de Carlos Manso, pues ni modo, el narco les ganó.

Derecho de réplica:

En mi columna ¿Cuál combate a la corrupción? (13/10/2025) incluí a Grupo AZVI como una de las empresas involucradas en el Caso Koldo que se dirime en España. Al respecto, el corporativo me señala que “ni Grupo AZVI ni sus empresas filiales son, ni han sido, objeto de ningún proceso judicial seguido por corrupción en España. (…) Tras las falsas acusaciones vertidas contra Grupo AZVI por Víctor Aldama ante el Tribunal Supremo”, dicho corporativo ha emprendido acciones legales por difamación.

Sirva esta nota para aclarar el equívoco. Ante todo, la verdad.

 + Con la colaboración de Upa Ruiz

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