Comarca Lagunera, con potencial para liderar en bonos de carbono

Senado de la República debe expedir el reglamento correspondiente, consideró la diputada Georgina Solorio.
La diputada Georgina Solorio García destacó el potencial que tienen los productores rurales, especialmente los ganaderos de la región lagunera, para participar en el mercado global de bonos de carbono, siempre y cuando se generen las condiciones legales, técnicas y operativas necesarias para hacerlo posible.
“Por el bien del campo de Durango y de México, abramos la puerta al mercado de bonos de carbono. Apostemos por una producción responsable que cuide nuestra tierra, nuestro aire y nuestra agua”, resaltó al realizar un pronunciamiento la presidenta de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Durante su intervención, resaltó que la comarca lagunera es una de las cuencas lecheras más importantes de nuestro país, concentrando más del 20 por ciento del total de la producción nacional de leche, donde existen productores que ya han invertido en tecnología, paneles solares y prácticas limpias. Pero sin regulación ni instrumentos operativos, la innovación se frena y el campo pierde competitividad.
La integrante del Grupo Parlamentario de Morena, explicó que los bonos de carbono son un mecanismo internacional que reconoce y recompensa económicamente a quienes contribuyen a reducir la contaminación del aire, al evitar o capturar gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono o el metano.
“Se trata de una herramienta que transforma el esfuerzo por cuidar el planeta en una oportunidad real para quienes trabajan y producen de forma sustentable. Es convertir el cuidado del medio ambiente en bienestar para las familias del campo”, señaló Solorio.
En ese sentido, consideró necesario exhortar al Senado de la República para que expida el reglamento correspondiente y establezca mecanismos de coordinación entre los tres órdenes de gobierno, a fin de que el sistema nacional de comercio de emisiones sea una realidad.
Subrayó que mientras en países como Estados Unidos, Vietnam y varias naciones europeas estos modelos ya operan con éxito, en México permanecen detenidos por falta de reglamentación, a pesar de que desde hace más de una década existe una ley de cambio climático que contempla este sistema. “El problema no es falta de leyes, sino de acción”, enfatizó.